Certificaciones de Yoga: Lo que nadie te dice
Durante los últimos años han surgido una gran variedad de certificaciones para ser maestro de yoga, con temas y estilos muy diversos. No estoy en contra de este boom, al contrario, me alegra mucho saber que cada día somos más personas unidas y descubriendo los beneficios de esta magnífica disciplina.
Lo cierto es que las personas construimos ideales y podemos perdernos en las expectativas, dejando a un lado el verdadero propósito de la práctica y de la enseñanza del yoga. A continuación les comparto aquello que no te dicen al cursar una certificación de yoga, que sin duda es importante tener presente para sacar el mejor provecho de nuestra formación como instructores.
Yoga moderno VS Yoga tradicional
El yoga moderno u occidental ha introducido al mundo nuevos y originales estilos de yoga. Existen varias certificaciones enfocadas en estas modalidades como por ejempo (Hatha Yoga, Vinyasana Flow) por supuesto, que vale la pena alimentar tus conocimientos con estos estilos, pero si nunca has tomado un formación de algún estilo más clásico o tradicional de yoga (Ananda, Inyengar, Bikram, Kundalini) es recomendable primero estudiar las bases y fundamentos. Cuando partes de lo esencial puedes comprender a profundidad la verdadera enseñanza del yoga y despúes complementar con divertidos y modernos estilos.
No basta solo con asistir
Las formaciones deben tener un número de horas presenciales para poder cumplir y obtener la certificación. La más completa va desde 200 horas hasta la más avanzada de 500 horas. Sin embargo limitarnos a estudiar únicamente cuando estamos presentes en el curso no será suficiente para entender todos los conceptos.
El autodescubrimiento es fundamental para poder evolucionar y absorber mejor el conocimiento, al concluir cada módulo vale la pena crear un plan de estudio personal, así cada vez que regreses a la formación presencial te sentirá más preparada y en confianza con la temática.
Cultiva tu práctica
Parte fundamental de una certificación es cultivar tu práctica personal, ahora es cuando más necesitas asistir a clases de yoga y poner en marcha todo lo aprendido. Es momento de incrementar tus horas personales de entrenamiento, convertirte en una persona observadora y disfrutar de tu esfuerzo.
La práctica hace el maestro
La mejor manera de crear tus secuencias, es familiarizarte y la mejor manera siempre va hacer dando clases. Busca entre tus amigos y familiares cercanos aquellos que estén interesados en tomar clases de yoga y practicar con ellos. Esto te ayudará a darte soltura como maestro y quitarte el miedo de ajustar a los alumnos y te permitirá construir la seguridad que necesitas para ser un instructor de yoga frente a un grupo real.
Lo cierto es que las personas construimos ideales y podemos perdernos en las expectativas, dejando a un lado el verdadero propósito de la práctica y de la enseñanza del yoga. A continuación les comparto aquello que no te dicen al cursar una certificación de yoga, que sin duda es importante tener presente para sacar el mejor provecho de nuestra formación como instructores.
Yoga moderno VS Yoga tradicional
El yoga moderno u occidental ha introducido al mundo nuevos y originales estilos de yoga. Existen varias certificaciones enfocadas en estas modalidades como por ejempo (Hatha Yoga, Vinyasana Flow) por supuesto, que vale la pena alimentar tus conocimientos con estos estilos, pero si nunca has tomado un formación de algún estilo más clásico o tradicional de yoga (Ananda, Inyengar, Bikram, Kundalini) es recomendable primero estudiar las bases y fundamentos. Cuando partes de lo esencial puedes comprender a profundidad la verdadera enseñanza del yoga y despúes complementar con divertidos y modernos estilos.
No basta solo con asistir
Las formaciones deben tener un número de horas presenciales para poder cumplir y obtener la certificación. La más completa va desde 200 horas hasta la más avanzada de 500 horas. Sin embargo limitarnos a estudiar únicamente cuando estamos presentes en el curso no será suficiente para entender todos los conceptos.
El autodescubrimiento es fundamental para poder evolucionar y absorber mejor el conocimiento, al concluir cada módulo vale la pena crear un plan de estudio personal, así cada vez que regreses a la formación presencial te sentirá más preparada y en confianza con la temática.
Cultiva tu práctica
Parte fundamental de una certificación es cultivar tu práctica personal, ahora es cuando más necesitas asistir a clases de yoga y poner en marcha todo lo aprendido. Es momento de incrementar tus horas personales de entrenamiento, convertirte en una persona observadora y disfrutar de tu esfuerzo.
La práctica hace el maestro
La mejor manera de crear tus secuencias, es familiarizarte y la mejor manera siempre va hacer dando clases. Busca entre tus amigos y familiares cercanos aquellos que estén interesados en tomar clases de yoga y practicar con ellos. Esto te ayudará a darte soltura como maestro y quitarte el miedo de ajustar a los alumnos y te permitirá construir la seguridad que necesitas para ser un instructor de yoga frente a un grupo real.
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| Certificado avalado por la Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness |
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